¿Has soñado alguna vez con tener tu propio jardín, pero vives en un piso? Pues se acabaron las excusas con la ideas que hoy os traigo. Y es que con la llegada otra vez del calor, me ha entrado la típica pájara de terracitas y jardines. Sin embargo, no todo el mundo tiene acceso a un jardincito privado ni a grandes e increíbles terrazas en medio de la ciudad (como esta, que es de tamaño medio en comparación con algunas otras...)


Lo sé, lo sé. Esta terraza es ideal; es grande, cuadrada (lo que facilita la distribución) y encima de madera (que siempre es un gran reclamo). Si tenéis la gran suerte de poseer o tener acceso (que ya es bastante) a una terraza de estas características, entonces enhorabuena. Aún así este post puede serte útil. Si lo que tienes es una terraza modesta o de tamaño normal, estas ideas te ayudaran a convertir tu balcón en un oasis de relax y placer.


Antes de ponernos manos a la obra, es súper importante que dejes las lamentaciones y excusas a un lado (salvo que no tengas terraza claro ¡lo siento!). Pero si la tienes, no importa cómo sea, voy a ayudarte a transformarla. Como es lógico, no todos los espacios son iguales. Las terrazas que solemos ver en las revistas suelen ser soleadas y con grandes vistas, lo cual no tiene por qué ser aplicable a nuestro caso concreto. Pero no importa, lo esencial es que comprendas lo que tienes y le saques el mayor partido.

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CÓMO CONVERTIR TU TERRAZA EN TU NUEVO OASIS URBANO 

1) Suelo: madera, alfombras...
2) El poder del "verde": plantas, flores, jardines verticales...
3) Privacidad
4) Color
5) Asientos: sillas, sillones, cojines, mecedoras...
6) Iluminación: luces solares, guirnaldas, velas...
7) Agua
8) Reciclaje: mesas, macetas
9) Detalles que marcan la diferencia

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1) SUELO: Lo primero y más básico. Si tu terraza tiene ya un suelo cerámico agradable o de cualquier otro material que te guste, entonces ya tienes la mitad de la batalla ganada. El suelo es el parte importantísima de tu terraza. Será lo que veas tanto en verano como en invierno (cuando probablemente la tengas más vacía). Los suelos cerámicos son perfectos para zonas lluviosas, pero poner un suelo cerámico si no lo tienes supone una pequeña obra. Los suelos de madera son acogedores, dan calidez a cualquier terraza y además, no tienes por qué meterte en una obra.


Imagen {via Kristel Dejong}

Si el suelo es de obra, puedes continuarlo para hacer parte del mobiliario.

Si no quieres poner un suelo de obra, tienes la opción de poner palés (no los típicos de almacén gigantes) sino unos de tamaño más pequeño. Podrás encontrarlos en las tiendas de bricolaje, de jardín o en Ikea. Puedes utilizarlos como si fueran baldosas, y encajarlos en el espacio que tengas a modo de Tetris (probablemente necesitarás una sierra para cortar lo sobrante, salvo que justo te encajen piezas enteras). También venden suelos especiales para jardín que son básicamente lo mismo, será cuestión de que compares precios, calidad, color, acabado y tamaño.

Imagen {via Pinterest}

Otra opción (si quieres bricolajear lo menos posible) es que utilices nada más paneles completos, y rellenes el espacio restante con cantos rodados, pequeñas piedras o similar. (Lo de la arena de playa puede parecer muy cool pero con la mínima brisa tendrás la casa hecha un asco).


En ocasiones, la barandilla o parapeto de nuestra terraza es excesivamente alto. Lo normal son 90 centímetros, pero si tienes una altura mayor y deseas elevar el suelo (siempre dentro de los límites de la seguridad) puedes crear una pequeña plataforma. Con este sistema ganarás como máximo unos 30cm, que pueden hacer milagros en terrazas estrechas y profundas.


Otra opción (que es compatible con suelos de todo tipo) es la de poner alfombras. Sí, si, en el exterior. Le darán un toque de color al espacio y pueden ser muy útiles si tienes un suelo cerámico que te resulta frío (¡o si no te gusta!). La única desventaja es que perderán color con el sol y se mojarán (salvo que tengas una terraza cubierta). Además, no tienes por qué comprar la alfombra del siglo, por 10 euros puedes encontrar alfombras muy resultonas.



2) EL PODER DEL "VERDE": ¡Nunca subestimes este color! Puede no gustarte para vestir o para tenerlo por toda tu casa, pero sin duda será perfecto para tu terraza. Está bien, efectivamente me refiero en forma de plantas. Una terraza sin plantas no puede ser tu oasis urbano. Las plantas son el alma de este espacio. No pretendo decirte qué plantas comprar ni cómo ser jardinero, pero siempre puedes acercarte a tu vivero más cercano y llevarte unas cuantas macetas. Habla con los dependientes para que te recomienden plantas que se adecuen a tus necesidades.  

Los dos factores básicos a tener en cuenta son: la exposición solar (horas de sol que recibe tu terraza) y el clima. A partir de ahí, podrás elegir lo que más te apetezca: plantas con flores para dar color, aromáticas para dar olor, comestibles (como los tomates y las fresas)... Ten en cuenta que las plantas hay que regarlas y algunas especies son más delicadas que otras. Pide que te informen bien, no vayas a escoger especies tan delicadas que se estropeen con el mínimo descuido.



También puedes escoger pequeños árboles. Le dan un toque muy especial a cualquier espacio y son visualmente dominantes. El inconveniente es que algunas especies crecen demasiado, por lo que llegado el momento ya no podrán estar en una maceta. Además, los árboles (aunque sean pequeños y jóvenes) tienen raíces generalmente grandes, por lo que necesitarán grandes macetas con mucha tierra para poder profundizar y por tanto, supondrán un peso considerable en tu balcón.



Puedes potenciar el verde también con elementos como cojines, mantas o jarrones. Lo ideal son los verdes vivos como el verde lima o el verde pistacho, que podrás combinar con verdes más apagados u oscuros como el verde botella. Conviene establecer un balance y no excederse.


Si tenéis terraza cubierta o de esas encajadas entre dos paredes, es fácil crear un pequeño jardín vertical para alegrar el muro. Basta con colgar unas macetas y hacer una pequeña composición. 



Como paisajista, quizás lo que voy a decir es un sacrilegio, pero ¡no os olvidéis del césped artificial! Es cierto, así de primeras, puede parecer una idea muy hortera (¡Ay madre! ¡Que no me escuchen mis futuros jefes!). Pero os aseguro que en la práctica y teniendo en cuenta el tipo de vida que llevamos, no es ninguna locura. Lo importante es ponerlo con cierto gusto y elegir bien el color y la longitud. Tener césped natural es lo ideal, pero no lo más popular para una terraza pequeña. El césped natural requiere abundante riego diario y abono. Sin embargo, el césped artificial puede ser una buena solución para cubrir esa necesidad "verde" que tenemos.  Está claro que donde este lo natural... pero a veces, hay que buscarse la vida.


Combinado con madera no queda tan mal ¿no?



3) PRIVACIDAD: Reconozcámoslo, todos hemos visto suficientes veces "La Ventana Indiscreta" (y si no la has visto, ¡ya estás tardando!) para saber que a los seres humanos nos gusta observar ¡y también cotillear! Podemos tener un ventanal impresionante pero tendemos a taparlo para evitar miradas indeseadas. Y esto es lo que ocurre generalmente con las terrazas de rejería. Las vistas no están limitadas hacia el exterior pero tampoco al interior. Y muchas veces, nos cohíbe disfrutar de la terraza precisamente para evitar miradas indiscretas.

Una opción económica y fácil, es cubrir la barandilla con tela o similar. Lo ideal es que dejes un color claro hacia dentro de la terraza para tener una mayor sensación de amplitud.

Otra opción para terrazas cubiertas son las cortinas finas. Es una opción que puede ser interesante por la noche, pues la tela deja pasar el frescor pero no los insectos y además otorga "cierta" privacidad.


La opción básica y más utilizada es usar las propias plantas. Puedes usar plantas tupidas y/o altas o bien la acumulación de las mismas.


Imagen {via Hgtv}

4) EL COLOR: Un toque de color es imprescindible en cualquier terraza, recuerda a la primavera y puede ser ese elemento extra que echamos en falta en un ambiente. El color puede estar presente en adornos, en las plantas, en cojines y telas o incluso en el propio mobiliario.



5) ASIENTOS: Considera siempre tener un lugar para sentarte. De nada sirve una terraza preciosa si sólo puedes estar de pie (nunca la usarás). Si no puedes meter un sillón de jardín o una silla que te guste, utiliza los cojines. Unos buenos cojines en el suelo pueden ser la mejor de las soluciones.


 Imagen {via Pinterest}

Si te sientes más hippy siempre puedes aprovechar una terraza estrecha literalmente como cama al aire libre. Yo no sé si me quedaría toda la noche ahí, pero parece una idea interesante, al menos para hacer un picnic a media tarde o para relajarse con un buen libro.


Si tienes una terraza cubierta o vives en un sitio con pocas probabilidades de lluvia veraniega, un pequeño sofá es probablemente lo más cómodo que podrás poner. También venden sillones de jardín con un cuerpo plástico que soporta la lluvia y con cojines aparte, para que puedas recogerlos en caso de precipitación.



A veces, el espacio es tan reducido que el mobiliario queda bastante encajado. ¡No te preocupes! Es una cuestión de darle vueltas y decidir la posición correcta. Tendemos siempre a poner los asientos mirando hacia fuera, pero ponerlos de lado es una solución perfecta en terrazas estrechas y además nos ayudará a aprovechar mejor el espacio. Podremos incluso poner una mesilla que de otra forma sería imposible.

Imagen {via Flickr}



Si tenemos una terraza cuadrada o con suficiente profundidad, podemos hacer buen uso de las esquinas.


Las mecedoras son también una opción perfecta. Yo como soy una persona inquieta, pues me encantan, por aquello de no parar de balancearme ¡Me relaja muchísimo! Y no asociéis este tipo de mobiliario con las personas mayores, hoy en día hay modelos muy modernos e incluso de exterior, que son perfectos para nuestra terraza.



Una opción divertida y atrevida (sólo válida para terrazas cubiertas) es la del asiento-columpio. Esto ya deja de ser un elemento fácil y sencillo pero merecía la pena mencionarlo, que seguro a más de uno le hará una ilusión loca.


6) ILUMINACIÓN: Durante la noche, la iluminación es el aspecto más importante. Como ya os he comentado, siempre podéis contratar a un profesional para que os instale un sistema de iluminación. Pero si ya tenéis una pequeña luz y lo que buscáis es una atmósfera más íntima y agradable, siempre os quedarán las velas y las guirnaldas. Ni que decir tiene, que todo bajo la más estricta seguridad. ¡No os vayáis y dejéis las velas encendidas! Y si colgáis guirnaldas, aseguraros que son de uso exterior o que quedan protegidas de la lluvia (¡Cuidadito que a veces llueve de lado!). 

Yo soy muy fan de este tipo de iluminación, también para el interior, pues transforma en segundos un espacio aparentemente anodino. Las velas son perfectas dentro de un farolillo metálico, son un sistema más seguro. 



También podéis poner luces de exterior que se cargan con la luz solar. Es una opción muy ecológica y segura. Se suelen comprar de manera individual o en packs, así que podéis comprar un par para probar. Cada vez hay más modelos que utilizan el sol para funcionar. (Son las luces que aparecer en el suelo en la siguiente foto).



7) AGUA: ¿Qué puedo deciros que no sepáis ya? Te estarás preguntando como demonios metes agua en una terraza sin hacer la obra de El Escorial. ¡Pues muy sencillo! Hay muchos sistemas hoy en día de circuito cerrado que son perfectos para terrazas. Tu les echas agua una vez y dará vueltas una y otra vez, no hace falta conectar con una toma de agua. Eso sí, recuerda cambiar el agua de vez en cuando para que no coja olor. Hay pequeñas fuentes de pared o con soporte propio. El tamaño y el diseño dependerá de lo que estés buscando.



8) RECICLAJE: No siempre hace falta invertir dinero para conseguir pequeños detalles. ya hemos hablado de los palés, pero también puede usar cajas de madera para crear mesillas, macetas, etc.. Puedes usar cajas de vinos o pedir alguna caja en tu supermercado más cercano. Puedes reciclar cosas aparentemente inútiles para crear elementos decorativos.



9) DETALLES: Hay elementos muy originales que pueden ser la guinda del pastel en el lavado de cara de tu terraza.

Las mesas ocupan mucho espacio y a veces son un problema, sobre todo en terrazas muy muy pequeñas. Por eso, estas dos mesitas que se acoplan a la barandilla son perfectas. Si eres muy manitas, también puedes fabricarte un modelo similar.

Imagen {via Kireei}


Para zonas susceptibles atraer a los indeseados mosquitos, una mosquitera es esencial. Ya no tienes excusa para no estar fuera. Incluso es ideal para esas épocas en las que las avispas están un poco tontorronas.

Imagen {via Ikea}

¡¡¡¡No me digáis que no mola esta barbacoa que se esconde bajo una maceta!!!!!


A veces, las cosas más simples pueden ser las mejores. Cómprate un cojín XXL y sino, un buen relleno y a coserse una fundita (solo apto para mañosos).

Imagen {via Indulgy}

Recuerda, que no todo tiene que ser fijo. Puedes tener sillas y mesas plegables por si necesitas algún asiento extra por si vienen invitados o si prefieres tener el espacio libre de muebles.

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Espero haberos dado ideas suficientes para que podáis crear vuestro pequeño oasis. Soy arquitecta por vocación pero me apasiona el diseño de interiores y exteriores y la decoración. Me asombra comprobar como con pequeños detalles se transforma un espacio por completo. Y como veis, no siempre hay que invertir mucho para obtener grandes resultados.

PD: Vaya dos posts largos seguidos que llevo ehhh. Bueno, para la semana que viene tengo preparado algo más cortito pero igualmente chulo.
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¡Feliz semana!


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