Ya estamos de vuelta después de
estas mini vacaciones de Semana Santa. Esta semana os traigo otro de esos
genios repartidos por el mundo para la sección “Talent at work”. Después de mi
último DIY (la cajita de Pascua), estuve investigando a aquellos artistas que
hacen maravillas con sólo papel y cúter. Reconozco que me ha costado muchísimo
reducir mi lista a sólo un candidato, pero he pensado que era mejor no
descubrir todo el pastel demasiado pronto. Así pues, hoy os traigo sólo a una
de ellos y me guardo el resto para más adelante.
Yo me considero una persona
creativa y siempre ando probando nuevas cosillas a las que poder dedicar mi
tiempo. Eso sí, cada vez que me surge un nuevo territorio que explorar, resulta
que muchas veces se necesitan un millón de cosas. Si te da por ejemplo la época
de hacer dibujos y no tienes nada con lo que empezar, comienzas comprándote unos
rotuladores de colores, un buen papel, un perfilador negro… y acabas picando
con esos lápices acuarelables tan chulos (y tan caros). Por eso, me encanta
descubrir nuevos campos artísticos que probar y con los que puedo empezar
directamente con lo que tengo en casa. En este caso, un poco de papel, un cúter
y quizás pegamento. Bien, vale, no es todo tan simple. Quizás cuando te hayas
sumergido en este mundo encuentres papeles más fáciles de cortar que otros, de
colores muy chulos que no puedes resistirte a comprar, o bien necesites un
cúter más fino (no el típico para abrir cajas de embalaje en plan basto je,
je). Pero para conseguir herramientas mejores, siempre hay tiempo. Lo
importante es que puedes iniciarte en este campo sin gastarte nada (al menos de
momento).
Por eso me ha encantado descubrir
las obras de arte que crea la artista rusa Yulia Brodskaya. Con tan sólo unas
tiras de papel (que coloca de canto) y pegamento es capaz de crear desde
retratos increíbles hasta tipografías preciosas de colores vibrantes. Este
método aparentemente sencillo define un estilo personal y elegante que ha hecho
que le surjan encargos y clientes por todo el mundo.
Yulia Brodskaya comenzó interesándose
por el arte en general, pero le interesaban especialmente los collages y el
origami. Estudió arte y más tarde diseño gráfico, aunque dio un giro inesperado
a su vida decantándose finalmente por la ilustración. Pero la influencia del
diseño gráfico y la tipografía (su segundo amor) se percibe con claridad en
cada una de sus obras. Sin embargo, queda claro que la
niña de sus ojos es (y será siempre) el material que la ha hecho famosa: el papel. Unas simples tiras de papel que tras pasar por sus manos se
convierten en verdaderas maravillas.
Su técnica se llama quilling (en castellano suele traducirse
como filigranas de papel) y consiste básicamente en utilizar tiras de papel enrollándolas y pegándolas de canto sobre un bastidor para crear figuras
decorativas. Al principio, la técnica se presentaba como un desafío, pues la
propia Yulia pensaba que era una técnica que terminaría por limitarla.
Afortunadamente, el tiempo le ha demostrado que estaba equivocada, pues Yulia se encuentra cada vez más cómoda explorando esta
técnica.
Personalmente, lo que más me impresiona del
trabajo de Yulia es su capacidad para adaptar un material simple y sin
pretensiones hasta convertirlo en una obra de arte. Me fascina que haya
conseguido adaptar esta técnica aparentemente sencilla para crear piezas tan
impresionantes. ¿Quién podría imaginar que con tan sólo unas tiras de papel podrían
crearse cosas tan bellas?
Y ella no es la única. Quizás más
adelante os descubra a otros genios del papel. Y para ello, ¡sólo tenéis que
volver a visitarme! O bien podéis suscribiros a mi blog en el botón de la
columna que tenéis a la izquierda. Espero que hayáis disfrutado mucho con este
nuevo descubrimiento.
¡Feliz semana!
Me encanta!! En realidad es la primera vez que veo estas creaciones; pensé que no c tomaba tan enserio pero es fantástico!!
ResponderEliminar